El teatro del alcantarillado social

El 31 de Octubre de 2007, un tribunal especial del Reino de España emitió una sentencia, y dio una versión de lo ocurrido 3 años antes, un 11 de Marzo, cuando se produjo un ataque con explosivos contra algo más de dos mil personas que viajaban en trenes de Cercanías de Madrid. En esos 3 años, la población de España aumentó en 2 millones de habitantes, llegando a 45.200.737 personas. Aproximadamente un 0,0050% de esas personas (unas 2.260), se interesaron durante un tiempo por la veracidad -o falta de ella- en lo contado con la versión oficial; la mayoría de ellas no ha tenido siquiera acceso al sumario, por lo que su acuerdo o disidencia resultaba, o quizá aún resulta -en forma generalizada- más emocional o intuitiva que racional. Además, el asunto fue politizado, por lo que esa minoría interesada quedó reducida automáticamente al 50% (unas 1.130 personas) de creyentes o escépticos . El tiempo se ha encargado de la mayor parte del resto de quienes mostraron curiosidad. El tiempo… y el hecho de que el sumario se haya mantenido lo más alejado posible de los ciudadanos.

Sostener una posición de propio criterio ante la versión de los hechos que se dio a  conocer, resulta imposible si no se dispone de información susceptible de ser contrastada… y de la capacidad para analizarla. La otra opción es la fe. Dejamos a su alcance información fácilmente contrastable, con referencias documentadas.

Si usted ha llegado hasta aquí, es probable que busque respuestas. Aquí podrá comprobar testimonios y referencias de lo que hemos encontrado en nuestro viaje a través de las cloacas, someterlo a su consideración e ir elaborando un criterio propio, basado en su capacidad de razonamiento, que tal vez le permita aproximarse a alguna de las respuestas que busca.

La forma que hemos elegido para dar a conocer este sitio, es la del teatro. El motivo es nuestra convicción de que los hechos que se han dado a conocer constituyen una actuación encaminada a representar una historia frente a una audiencia, usando una combinación de gestos, discursos, escenografía, actores y espectáculo en el que intervienen desde dramaturgos a acomodadores pasando por tramoyistas o artesanos de utilería o atrezo.

Se trata, sin duda, de un viaje a través del alcantarillado de nuestra sociedad. Nada de lo que aquí encuentre le resultará agradable.