3.2.3.- Destino de los coches no explotados del tren de Téllez

Sabemos que el tren de Téllez estaba compuesto, de cabeza a cola, por los siguientes coches: 021M, 011R, 022M, 191M, 96R y 192M. Sufrieron explosiones los que ocupaban los lugares 1, 4, 5 y 6, y quedaron por lo tanto indemnes los coches 2 y 3, es decir, los 011R y 022M. Estos dos coches 2 y 3 fueron trasladados por la vía hasta los talleres de Renfe de Villaverde. Veremos a continuación lo ocurrido con ellos.

El coche 3, es decir el 022M, fue acoplado a los dos coches que también resultaron indemnes en Atocha, a los también 2 y 3 de ese tren es decir, a los 035R y 069M, para formar una nueva composición que circula normalmente desde entonces por las cercanías de Madrid. En las siguientes fotos vemos esa composición en Chamartín el 15 de octubre de 2008, encabezada por el coche 022M, 3º del tren de Téllez, al que sigue el 035R, 2º del tren de Atocha.

El coche 022M, 3º de Téllez, acolado a los dos que quedaron indemnes del tren de Atocha. Se encuentra en Chamartín el 15 de octubre de 2008

El coche 022M, 3º de Téllez, acolado a los dos que quedaron indemnes del tren de Atocha. Se encuentra en Chamartín el 15 de octubre de 2008

El coche 035R, 2º del tren de Atocha, en Chamartín el 15 de octubre de 2008

El coche 035R, 2º del tren de Atocha, en Chamartín el 15 de octubre de 2008

En cuanto al coche 2 de Téllez, el 011R, como veremos a continuación su destino fue bien distinto.

El 7 de mayo de 2009, en Libertad Digital se publicó una foto, tomada el mismo día, en la que se veía ese coche 011R dentro de una nave del taller de Renfe de Villaverde Bajo. La nave blanca en la que estaba depositado tenía abierto uno de los laterales, pero cerrado el otro, por lo que no se podía ver a su través. Y estaba cerrada por el lado más próximo a los edificios de viviendas.

Por lo tanto, el coche 2 de Téllez estaba el 7 de mayo de 2009 pintarrajeado dentro de una nave del taller de Renfe de Villaverde uno de cuyos laterales estaba cerrado. Sin embargo, en marzo de 2004 esta nave tenía abiertos ambos laterales. En esa época se podía ver a su través lo que había en el otro lado.

7 de mayo de 2009. Material ferroviario estacionado en el taller TCR de Villaverde. Al fondo una nave con su fondo cerrado alberga un coche de cercanías

7 de mayo de 2009. Material ferroviario estacionado en el taller TCR de Villaverde. Al fondo una nave con su fondo cerrado alberga un coche de cercanías

Detalle del coche de Cercanías de la foto anterior, se trata del 011R, 2º de Téllez

Detalle del coche de Cercanías de la foto anterior, se trata del 011R, 2º de Téllez

Visual de la toma de las fotos anteriores desde el apeadero de Los Ángeles. La nave blanca de la derecha es la que albergaba el coche 2 de Téllez

Visual de la toma de las fotos anteriores desde el apeadero de Los Ángeles. La nave blanca de la derecha es la que albergaba el coche 2 de Téllez

Imagen, de marzo de 2004, de la misma nave blanca de las fotos anteriores, pero tomada desde el lado contrario. Se observa claramente que tiene abiertos sus dos laterales, se ve a su través. De los coches que se ven en primer plano nos ocuparemos más adelante

Imagen, de marzo de 2004, de la misma nave blanca de las fotos anteriores, pero tomada desde el lado contrario. Se observa claramente que tiene abiertos sus dos laterales, se ve a su través. De los coches que se ven en primer plano nos ocuparemos más adelante

 Se tardó un cierto tiempo en depositar el coche 2 en la nave de techo blanco. Hay fotos de junio de 2004 y de febrero de 2006, en las que no se le ve dentro de la nave, al tiempo que se siguen viendo abiertos ambos laterales de la nave.

En junio de 2004, el coche 2 de Téllez no está dentro de la nave, y ésta sigue teniendo sus dos laterales abiertos.

En junio de 2004, el coche 2 de Téllez no está dentro de la nave, y ésta sigue teniendo sus dos laterales abiertos.

Febrero de 2006. Interior de la nave, el coche 2 de Téllez no se encuentra en ella

Febrero de 2006. Interior de la nave, el coche 2 de Téllez no se encuentra en ella

Así que la nave era diáfana, pero cuando fue fotografiada el 7 de mayo de 2009 ya estaba cerrada por el lado de los edificios de viviendas, desde los cuales no se podía ver su interior. De esa forma, estaba oculta a la vista de los vecinos la presencia de ese coche de Téllez. Sin embargo, hemos visto que el 7 de mayo de 2009 se puso de manifiesto, públicamente, que el coche era visible e identificable, aunque de lejos, por el otro lado de la nave, desde una zona lejana próxima al apeadero de Renfe de Los Ángeles.

No podemos saber si la siguiente transformación fue motivada por la foto del coche dentro de la nave publicada en Libertad Digital, pero lo que sí sabemos es que menos de un mes después, el 2 de junio de 2009, en Libertad Digital apareció una nueva foto en la que el interior de la nave quedaba oculto gracias a un nuevo cerramiento que se había incorporado con inusitada rapidez, pues 25 días antes no había ni rastro de él. El coche 2 de Téllez desaparecía pues de la vista desde el exterior de la nave.

La nave de Téllez, cerrada, el 2 de junio de 2009

La nave de Téllez, cerrada, el 2 de junio de 2009

Casi tres años después, el 20 de enero de 2012, en el programa “Dando Caña” emitido por Intereconomía Televisión, se proclamó como un gran acontecimiento el descubrimiento, por Rodrigo Gavilán, de uno de los coches del 11-M, noticia que luego se repitió en el informativo:

Rodrigo Gavilán empezó diciendo esto:

Esta mañana hemos localizado 4 vagones del 11-M, en concreto son los que estallaron en Téllez… están custodiados por el Ministerio de Fomento, han estado custodiados en unos hangares de Adif, y de Renfe…Constantemente ha sido negado a la Audiencia Nacional y en este caso, en estos últimos meses, a la juez Coro Cillán del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, la existencia de estos trenes que nosotros hemos grabado, hemos fotografiado.

Así que habían descubierto nada más y nada menos que los 4 coches del tren que estalló en Téllez, lo cual era imposible. Esos coches no existían, pues fueron partidos por la mitad y desguazados. Esa noticia era falsa, y Rodrigo Gavilán lo sabía, pues es imposible que hubiera visto eso que decía. Por lo que se ve, intentó atraer la atención dando una trascendental noticia, pero falsa.

Su intervención continuó con un cambio en lo que afirmaba haber visto y fotografiado. Dejó de hablar de los 4 coches explotados y pasó a enseñar fotos y videos del coche 011R, el segundo de Téllez, que fue uno de los dos que no explotaron, y que había permanecido fuera de servicio desde entonces.

Y Rodrigo continuó afirmando entre otras cosas:

Nos hemos colado esta mañana en unas instalaciones de Renfe de Madrid. Éste es uno de los trenes del 11-M, iba al lado de los que estallaron, pegado, este es el tren 011R…, que según todas las informaciones que tenemos tendría todavía residuos del explosivo que se utilizó durante las explosiones de Téllez.

Esto tiene una importancia clave

Ahora sí se puede hacer un contraanálisis para saber qué explosivo fue utilizado

Esto es un verdadero escándalo

Hemos encontrado una verdadera atrocidad cometida por el Ministerio de Fomento en los últimos años….

Bajo llave, con seguridad, cerrados, y con una imposibilidad de acceder dentro si no vas disfrazado.

Se ha puesto en contacto con nosotros alguna asociación personada en el proceso, porque quiere tener acceso a toda la documentación que nosotros hemos tenido hoy para aportarlo a la juez y poder demostrar, en primer lugar, la ocultación del Ministerio de Fomento a la juez de unas pruebas evidentes.

Hemos demostrado que el gobierno socialista ha intentado ocultar estas pruebas bajo llave

Es escalofriante la sensación que uno se lleva de que su propio ministerio de Fomento y su propio Gobierno… haya podido ocultar a la Audiencia Nacional, a las acusaciones personadas en el proceso y a la juez que hoy sigue pidiéndolo, la existencia de estos trenes que pueden tener, sin ningún género de dudas, residuos orgánicos que puedan ya esclarecer de forma definitiva qué tipo de explosivo se utilizó.

La noticia fue a continuación publicada y comentada en el diario La Gaceta, en sus ediciones de los días 21, 22, 24 y 27 de enero de 2012. La noticia era siempre ilustrada con varias fotos del interior y del exterior del coche.

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

De La Gaceta, el coche 2 de Téllez en el taller de Renfe en Villaverde en enero de 2012

Noticia de La Gaceta, 21 de enero de 2011

Noticia de La Gaceta, 21 de enero de 2011

Como se puede ver, Rodrigo Gavilán dio una importancia capital a su “descubrimiento”. Había encontrado uno de los coches del 11-M, coche que contendría todavía restos de explosivo. E incluso llegó a afirmar que “hemos encontrado el soporte físico, que no ha sido lavado!”. Como también afirmó que había entrevistado a empleados de Renfe que estaban en esa nave, habrá que suponer que fueron ellos lo que dijeron que no había sido lavado.

Sin embargo, como se ve en las fotos, el coche no había sido lavado, pero había sido presa de grafiteros y saqueadores que habían “trabajado” ampliamente en él. Por supuesto, no había cadena de custodia alguna que lo hubiera salvaguardado de cualquier tipo de intervención, en resumen, no había garantía alguna de que en ese coche se hubieran conservado sin alteraciones esos restos de explosivos que con tanto énfasis mencionaba Rodrigo Gavilán.

Es evidente que la ubicación de ese coche había variado desde mayo de 2009, cuando se tomó la foto publicada en el blog de Libertad Digital. Había sido trasladado para dejarlo en medio de una puerta de acceso a la nave principal del taller de Renfe, perfectamente visible desde el exterior. Así que no se entiende bien la afirmación de Rodrigo Gavilán de que había encontrado ese coche, que no vagón, “bajo llave, con seguridad, cerrado, y con una imposibilidad de acceder dentro si no vas disfrazado”. Es posible que efectivamente no se pudiese acceder a su interior, que sus puertas estuviesen cerradas, pero las fotos con las que ilustraron la información no dan la impresión, precisamente, de que el coche estuviese muy escondido, sino a la intemperie y bien visible desde el exterior.

Señalada en rojo, ubicación del coche 2 de Téllez en enero de 2012

Señalada en rojo, ubicación del coche 2 de Téllez en enero de 2012

Itinerario seguido en el traslado del coche 2 de Téllez desde la nave en la que quedó inicialmente apartado hasta el lugar que tenía en enero de 2012. Un carro transbordador serviría para el traslado transversal

Itinerario seguido en el traslado del coche 2 de Téllez desde la nave en la que quedó inicialmente apartado hasta el lugar que tenía en enero de 2012. Un carro transbordador serviría para el traslado transversal

O sea, que lo sacaron de la nave en la que estaba encerrado y oculto para dejarlo justo al lado, a la intemperie, lugar en el que Rodrigo Gavilán lo pudo descubrir con facilidad. Pocos días después, el coche pudo ser fotografiado en el mismo lugar desde el apeadero de Los Ángeles.

Una mejor idea de la situación en que lo “descubrió” Intereconomía nos lo dan unas, tomadas el 25 de enero de 2012, sobre las 14 horas, cuando el coche 2 de Téllez seguía en el mismo lugar de las fotos de Intereconomía y La Gaceta.

25 de enero de 2012. Vista general del taller TCR de Villaverde desde el apeadero de Los Ángeles, en la que se distingue la posición del 011R

25 de enero de 2012. Vista general del taller TCR de Villaverde desde el apeadero de Los Ángeles, en la que se distingue la posición del 011R

Marcado en rojo, el techo del coche 011R, en verde su número distintivo

Marcado en rojo, el techo del coche 011R, en verde su número distintivo

Así que el coche 011R no parecía estar especialmente protegido, sino mezclado con todo un batiburrillo de material de lo más variado. También se puede ver que los grafiteros actuaban con profusión en ese lugar, lo que pone de manifiesto que la vigilancia no parece que fuese demasiado intensa. Así que el lugar en el que estaba el coche 011R no respondía precisamente a los calificativos que empleó Rodrigo Gavilán cuando afirmó que estaba en unos hangares de Renfe, bajo llave, con seguridad, cerrado, y con una imposibilidad de acceder dentro si no vas disfrazado. ¿Lo sacaron del hangar expresamente para ponerlo a disposición del fotógrafo?

Lo que parece deducirse de toda esta historia es que el coche estuvo inicialmente bastante accesible, lo que permitió actuar a los grafiteros. Después lo colocaron en la nave en la que lo vimos en mayo de 2009. Justamente después de que se publicaran las fotos en el blog de Libertad digital, la nave fue cerrada. Finalmente, parece que alguien decidió que era el momento de mostrarlo de nuevo, lo sacó fuera, y «otro alguien», o el mismo, avisó a Rodrigo Gavilán para que lo “descubriera”.

Si había algo realmente importante en esa noticia de Intereconomía, lo sería el que hubiera empleados de Renfe que por fin, empezasen a «colaborar»; aunque también se puede pensar en lo contrario, que alguien había filtrado la existencia de ese coche, que lo había mostrado a las cámaras, en un momento importante en la investigación del 11-M. Y es que, casualmente, por las fechas en las que Intereconomía anunció su descubrimiento, estaban declarando ante la juez Coro Cillán, dentro de la instrucción de la querella presentada por la Asociación Ayuda a las Víctimas del 11-M contra el ex responsable de los Tedax, Sánchez Manzano, los testigos relacionados con los trenes, por lo que cabe sospechar que con la exhibición del coche de Téllez y con la filtración de su existencia a Intereconomla se tratase de desviar la atención de lo relacionado con el 11-M  hacia algo que realmente carecía de importancia real. Sirva como ejemplo de lo que estaba pasando en esos días la declaración prestada ante la juez Coro Cillán, precisamente el 20 de enero de 2012, en relación con la reparación efectuada al tren de Santa Eugenia en el taller de Tafesa en Villaverde, por Carlos Simón Fernández, a la sazón Director General de Remimfer, la filial de Tafesa encargada de llevar a cabo la reparación, quien declaró entre otras cosas:

Que pasó dos veces la Policía y la Guardia Civil mientras hacía la reparación de la unidad. Que pasaron Policía y Guardia Civil y Vigilancia de Renfe, para ver los materiales….

La Gaceta continuó durante varios días, mientras seguían de actualidad las declaraciones de testigos ante Coro Cillán, resaltando ampliamente su trascendental “descubrimiento”, así, el 27 de enero de 2012 se podía leer en su página 2 nada menos que estos desmesurados comentarios:

El hallazgo por parte de LA GACETA del vagón 011R de la madrileña calle Téllez implica un antes y un después en la investigación del 11-M

Y en la página 15 daban la siguiente noticia:

Solicita que Renfe facilite todos los datos sobre el traslado

La acusación pide a la juez del 11-M que investigue el vagón que ocultó el PSOE

Manos Limpias se basa en la revelación de LA GACETA para solicitar a Coro Cillán el inicio de diligencias. Pide que sobre el coche se realicen nuevas pruebas periciales.

El sindicato de funcionarios Manos Limpias, personado en la causa que la juez Coro Cillán mantiene abierta contra Sánchez Manzano, el que fuera responsable de los Tedax, ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid la práctica de nuevas diligencias sobre el vagón de la calle Téllez, superviviente de las explosiones y ocultado por el Gobierno socialista durante ocho años.

Hoy hace justo una semana que LA GACETA desvelaba la existencia del coche número 011R, que se mantenía escondido en el Taller Central de Reparaciones que Renfe tiene en Villaverde (Madrid) y donde se trasladó, escondiendo para siempre pruebas cruciales para el esclarecimiento de los atentados, entre ellas la fundamental: aclarar el componente del explosivo.

Manos Limpias solicita a Cillán que requiera a Renfe-Adif “toda la documentación existente sobre traslados, reparaciones y estancias en instalaciones de Renfe del vagón número 011R” componente del convoy de trenes que explotó en las inmediaciones de la calle Téllez el 11 de marzo de 2004 y del que, según los peritos químicos consultados por este periódico, pudieron extraerse en su día evidencias más que notables sobre las deflagraciones, especialmente si tenemos en cuenta que las pruebas presentadas durante el juicio (un total de 23 de las cientos que se recogieron en los focos) fueron consideradas por las partes insuficientes para dictaminar la autoría.

El escrito presentado por el sindicato de funcionarios forma parte del grueso de diligencias trasladadas al número 43 de Madrid con el objetivo de descubrir y averiguar el mayúsculo interrogante de quién ordenó destruir, desguazar y, en algún caso, reparar los trenes explosionados en esa mañana de 2004. Hasta la fecha no hay respuesta. El asunto quedó sin aclarar en el juicio de 2007 y aún persiste la duda sobre la autoría de tan trascendental orden, la que destruyó muchas de las pruebas.

Los abogados de Manos Limpias José Luis Abascal y Manuel Monfort consideran además que “a los efectos de preservar la práctica de posibles pruebas periciales a realizar sobre ese vagón” solicitan igualmente al Juzgado de Instrucción que “proceda al precinto, retención y conservación del vagón en el mismo lugar donde ha sido hallado de acuerdo a la Ley de Enjuiciamiento Criminal”. La Ley exige que los trenes se deberían haber conservado para que todas las partes hubieran realizado las pruebas periciales que consideraran oportunas. Algo que, evidentemente, no sucedió.

Lo cierto es, como constataron en estas mismas páginas peritos presentes en el juicio y Tedax de la Guardia Civil, que el vagón poco podrá aportar ya al Sumario que instruye Coro Cillán. Después de ocho años, según apuntaron, el coche está “muy contaminado y hoy en día no vale para nada”, a pesar de que en su momento, reiteraron, “pudo ser de gran valor”.

El vagón dañado en las explosiones se encontraba situado tras el primer coche explosionado y, por lo tanto, su proximidad a uno de los principales focos le hacía protagonista para la toma de muestras. Algo que no sucedió.

A partir de ahí, el asunto se fue diluyendo, sobre todo cuando pocos días después, el 28 de febrero de 2012, en Libertad Digital se publicó la aparición de los restos de un auténtico foco de explosión del 11-M, el del coche 4 de Santa Eugenia, el coche sobre cuya reparación observada por policías y guardias civiles había declarado pocos días antes Carlos Simón Fernández ante la juez Coro Cillán, aparición que esta vez provocó incluso la intervención del Fiscal General del Estado. Pero ésa es otra historia tratada extensamente en otro lugar.

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