Tras el archivo del asunto por parte de la Fiscalía, la vigilancia casi desapareció enseguida en los talleres de Tafesa, y alguien estaba muy atento a lo que allí ocurría, pues el mismo mes de junio de 2012 levantó algún precinto, retiró una chapa y abrió una disimulada entrada. Más adelante se pudo observar como seguían las manipulaciones en el cobertizo; en agosto, alguien trató de tapar la entrada abierta. Eso sí, en algunas ocasiones se paseaba junto al cobertizo algún vigilante armado.